martes, enero 08, 2008

EL HOMBRE QUE VENDIÓ SU FERRARI


Hace pocos dias atrás, alguien que trabaja cercano a mi me dijo con cierto aire de soprendida: "¿con las habilidades que tienes que haces trabajando aqui?" Jajajaja!!! La cara se me puso de mil formas, como una masa de plastilina en las manos de un angelical chico de seis años. Mi respuesta fue tajante: "querida amiga recuerda que un viejo sabio dijo una vez: sin piedras no se pueden construir los edificios.

La vida suele jugar a los cambios. Lo que hoy es blanco mañana puede ser negro y pasado rojo. Nada permanece estático por mucho tiempo, y nadie está seguro en un mundo como el actual. El movimiento, la amenaza, la inseguridad, acechan sin cesar tras cualquier esquina con su reluciente daga. Las realidades de las personas cambian cuando menos se lo esperan y en consecuencia todo suceso tiene un porque y toda adversidad nos enseña una lección.

Quien piense que lo tiene todo calculado en esta vida comete un grave error; nadie sabe lo que va a suceder mañana. Hoy estamos arriba y pasados unos dias estamos en las bases. Eso que los abuelos decian de labrarse un futuro estable es ya un cuento, nada depende de nosotros mismos, la realidad aprieta los cojones como los mordiscos de una piraña. Por eso, cuando andas por la vida hay que andar con pies de plomo si no quieres que la bomba te reviente en mil pedazos. La vida enseña, los errores se pagan, la fuga de tiempos no es recuperable. Aprovechar los instantes, mantener el espiritu cazador del guepardo, la astucia de la serpiente y el vuelo libre de la águila, es la clave de la supervivencia. Todo ello nos enseña que debemos reflexionar sobre quien entregarnos y a quien amar; los demás no son una broma, son tipos que piensan y sienten y seres que pueden enriquecerte o joderte hasta las entrañas. Cuando decidimos andar por los senderfos de la vida debemos pensar en los demás pero en nosotros mismos, y sobre todo pensar que todos los seres necesitamos de otros para sobrevivir.


Por eso vivir no es disponer de cosas, de medallas, de trofeos, de titulismos o de créditos ilimitados; hay quien base su vida en un museo, en un escaparate de "last fashion" que al final de temporada terminará en rebajas; alardear de trabajo y posición, tener millones en el banco, propiedades, coches, trajes caros, útiles de marca, etc ..... es un suplicio, es estar atado a la dependencia por mantener algo que vacia nuestra mente y nos conduce a un estado de idolotaria alienante. Vivir no es tener o aparentar, sino SER y eso parece ser que en Occidente es dificil de entender. Nos gusta conducir Ferraris pero no sabemos caminar entre los paisajes de la vida. La velocidad, la apariencia no hace perder los detalles hermosos de la existencia.

Hace tiempo tuve la ocasión de leer un libro fascinante que trataba de eso: El Monje que vendió su Ferrari”. Esta fabula cuenta la historia de un gran abogado y su forma de trabajar en los tribunales era ya una leyenda. era un hombre duro, dinámico y siempre dispuesto a trabajar dieciocho horas diarias para alcanzar el éxito que según el era su destino. era un hombre duro, dinámico y siempre dispuesto a trabajar dieciocho horas diarias para alcanzar el éxito que según el era su destino. Un día le dio un ataque cardiaco a la mitad de un juzgado en el tribunal, ahí se encontraba derrumbado como un pequeño niño indefenso con el deseo de sobrevivir. Cuando se recuperó, comprendió que el val0or de la vida no estriba en tener sinoen ser. Decidió vender todas sus pertenencias, incluido su preciado Ferrari. Dejó su trabajo y elevado status social y se fue a la India. Alli conoció, despojado de todo, solo consigo mismo y su intimo ser, descubrió la verdadera esencia de la vida y se convirtió en un hombre feliz.

Yo nunca he tenido un Ferrari, ni deseo tenerlo, pero si tuve ciertos privilegios de status en esta vida, privilegios que un dia unos se perdieron y otros se sacrificaron para disfrutar de una vida mas libre. Disponer de cosas no es precisamente sentirse libre, no te convierte en rey de algo, porque cuanto más tienes mas esclavo eres. Vivir sencillamente pero con profundidad te enseña a que se puede vivir de otra manera distinta, te enseña a ser el rey de ti mismo, a vivir con menos cosas y a ser mucho más feliz. La mayoría de la gente vive en un círculo restringido de sus posibilidades. Todos nosotros tenemos reservas de vida en las que ni siquiera soñamos.

Nuestra sociedad no nos enseña a vivir correctamente, para la gran mayoria de las personas la vida pasa veloz y muchos no se enteran que eso de vivir no es precisamente lo que nos induce la dinámica social; nuestra sociedad inculca valores erróneos que tan solo conducen a resultados negativos, tanto a nivel global como a nivel individual. Con esos valores metidos en la cabeza la gente se comporta de manera estúpida. Eso de aparentar, de menospreciar a quien no es una cosa u otra, eso de valorar o infravalorar profesiones, personas, es propio de ignorantes, de gente que no sabe, ni tiene idea, de lo que es realmente vivir.

Cuando me alejo de la realidad y levanto el vuelo me doy cuenta de que las personas somos como hormigas que operan desesperadamente para mantener la reina madre y su colmena; cuando regreso al núcleo de esa realidad veo que las personas formamos parte de un engranaje mecánico perfectamente dirigido hacia una producción sin límites, cuyos beneficios, van a parar a los bolsillo invisibles de personajes que nunca conoceremos. Somos piezas y tornillos de esta gigantesca maquinaria que no se detiene por nada aunque el planeta esté amenazado.

Lograr SER en medio de esta locura bio industrial es un acto de heroismo, inteligencia y sensibilidad sin precedentes. Tener la pericia de poder escapar de esta vorágine mortal, de ese banco de pirañas carnívoras, es el mayor éxito que una persona puede alcanzar. Tener los huevos de vomitar toda esa pesadilla interna, de despojarse de los lastres del consumismo y la dependencia económica que impone la sociedad, es como conseguir un orgasmo en estado ingrávido. Ya sabemos que dificilmente podemos quitarnos la pegagosa tela de araña que nos envuelve, de romper esas crisálidas que encierran nuestro verdadero destino como humanos, pero no por ello tenemos que dejar de intentarlo; no por ello debemos abandonarnos al oleaje del "rebaño enfebrecido"; ser conscientes de la enfermedad es el primer paso, quitarse el virus de encima es el segundo, tomar medidas y vacunarse es el tercero; si logramos alcanzar este estado podremos soñar quizás en tocar el Nirvana. Ánimos y empezemos a ser nosotros mismos.

El Hombre que vendió su Ferrari
es una fábula que nos enseña lo importante que es tener un equilibrio en la vida, un autocontrol que nos guie para lograr lo que queremos. Tener bien definido lo que se quiere en la vida, verse como uno desea verse, claro, fortaleciendo el lado espiritual, y no solo guiándonos por lo material. Y Sobre todo ser positivo en la vida, hagamos lo que hagamos, estemos donde estemos, y logremos lo que logremos. Con un pensamiento positivo se puede lograr cualquier cosa y vencer cualquiera de los miedos. Vendamos pues nuestro Ferrari y empezemos a rodar por la vida con nuestras propias piernas.

Texto y fotomontaje de KarlFM.-

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