sábado, agosto 21, 2010

CUANDO LOS AÑOS PASAN


A medida que los años pasan dejamos atrás muchas cosas y nos encontramos ante nuevos retos, algunos bellos y otros no. Nos enfrentamos a los surcos en el cuerpo, a las frustraciones, a la vaivenes de la salud, a las perdidas, al deterioro; aquel cuerpo que era terso, aquella cara que seducía por su brillo, aquella mente que absorvía todo,  decaen y nos sentimos que estamos en fuga, que la gente joven no nos mira como viejos, que el mercado laboral ya no nos quiere, que empezamos a ser vistos como fueras de onda y la vida parece huir de nosotros mismos para terminar en una especie de viaje hacia el pozo. Pero vivir no es eso, vivir no es ver como aumenta la edad sino como aprendemos a disfrutar de todo en cualquier momento. La vida siempre se asocia para aquellos que creen en ella.

Hay gente joven que vive pero a los 30 ya están para entierro, incluso antes. Hay personas que a los 80 todavía se agitan y viven como si el tiempo no quisiera aun adueñarse de sus vidas. La vida empieza y muere en la cabeza, la mente es el ordenador que nos da las claves para seguir siendo jóvenes aunque las arrugas aparezcan. Los años deterioran muchos a las personas. Lo que antes era bellísimo con el tiempo se vuelve lo contrario si no existe un mantenimiento. El secreto es envejecer con la juventud como motivación, es decir, aplicar constantemente en el ordenador cerebral ...updates en el hardware y software.

La vida es un paso hacia delante pero sin dejar de mirar atrás, los recuerdos forman parte de nuestra existencia y las vivencias construyen toda nuestra experiencia, variables todas ellas que nos hacen sentirnos satisfechos, motivados o, en el peor de los casos, desilusionados. Sea lo que sea la movida, hay que seguir adelante y siempre procurando entender que podemos recuperar aquello que perdimos, hacer aquello que no hicimos y rectificar aquello que erramos.

Mientras se avanza en el tiempo, vemos como muchas personas cambian, abandonan esos ideales por los que lucharon, esas causas por las que se plantaron en rebeldía, esos físicos que la madre naturaleza les dio, ese cultivo espiritual que los movía, esos valores, conceptos, principios que convertía sus vidas en algo especial, diferente, ilusionante y conquistador de nuevos logros. La gente cambia …  y mucho; demasiado diría yo, y lo peor de todo es cambiar perdiendo todo aquello que teníamos. A veces me encuentro con gente que hacia años que no veía y ya no son los mismos, se han transformado tanto que son otra persona, cualquier cosa menos aquello que les era distintivo. Yo creo que si la salud se mantiene y el espíritu acompaña, la juventud, aunque se arrugue, puede mantenerse mucho tiempo.

Cuando una persona adulta deja de ser niño, adolescente y joven, pierda la fuerza y las ilusiones y lentamente muere en el sillón de las comodidades. Las barrigas se desarrollan, el cuerpo se enfofa, la piel se destensa, los músculos se atrofian y la mente empieza a apoltronarse. Dejas de comprender a tus hijos, dejas de comprender los que empiezan la vida, te vuelves egoísta, uraño, cerrado y aislado, rencoroso, crítico sin causa, ves fantasmas por todos lados; te sientes inseguro porque has perdido lo que te hacia sentirte fuerte y orgulloso y ahora te ves como una piltrafa. Te ves encima incapaz de cambiar y eso te vuelve peor. Ves a tu mujer vieja, descuidada, fofa, ya no te motiva y evidentemente ella tampoco de ti. Cuando vas por la calle ves mujeres con cuerpazos que te quitan el hipo pero solo son un deseo, ellas ni se fijan en ti; regresas a casa de mala leche y cargas contra la mujer, los hijos y la madre que los parió a todos. Has dejado de ser tú y ahora eres el resultado de tus pérdidas, de tus fracasos, de tu abandono. Tus hijos te miran mal y discuten todo lo que dices y haces, la vida se ha vuelto intolerable y te refugias en la tele, en las copas de whisky, en comer como un cerdo; ni siquiera puedes follar, ya no se te levanta, y te pajeas soñando con Angeline Jolie o la compañera de trabajo de 32 años que va todos los días al gym y está para comer. Te comes el coco pero no puedes cambiar porque no tienes fuerza, has perdido aquel motor que de joven te hacia ser el número uno y terminas con el colesterol por las nubes, con 100 kilos, una barriga como un tonel y fiel candidato al infarto, a la trombosis o a cualquier otra mierda que te pueda diagnosticar el Dr. House de turno;  si esto te pilla estás perdido tio !!! todo termina ya para ti. Una vez fiambre acudirán los amigos que tengas, los familiares que ya solo piensan en como repartirse el piso que dejas, te lloran unos días pero luego ya nadie se acuerda de ti, la vida sigue y tu ni siquiera ya eres comida para los gusanos; del polvo viniste y al polvo regresaste. Sólo restará una fría lápida en alguna parte que con el tiempo será ruina. Puta vida !!!

Todo esto parece duro pero es la realidad, tu realidad si no la cambias a tiempo, la realidad de todos si no la cambiamos. Debemos aprender que la niñez y la juventud siempre deben ir siempre de la mano con la vida que vivimos, debemos cuidar nuestro cuerpo y mente, ir al gym, movernos, rodearnos de gente positiva y vital, reir, divertirnos, valorar las cosas simples, comer equilibradamente, conocer cosas, experimentar, ponernos siempre al día, escuchar la música de nuestros hijos, ir con ellos a los conciertos, soñar, tener ideales, ilusiones, descubrir mundo y si es posible tener como compañera/o una mujer u hombre que nos de ese soplo para sentirnos siempre en plena flor de la vida. Si eres hombre ayudar a esa mujer que una vez quisiste y te hacia trempar hasta las nubes, escucharla, comprenderla, amarla y hacerla sentirse día a día enamorada de ti, debes motivarla para sea siempre moderna, atractiva, reluciente y joven, que sea la envidia de tus compañeros y en la calle todos se la miren. Deja de ver la maldita tele de una vez, eso agrieta la cabeza y desinfla las neuronas, lee, pónte cremas hidratantes, cuida tus dientes, tu cabello, vistete a la moda y de forma personal e imaginativa, no como un cuadro gris, huele bien, brilla cuidado, corre, salta, folla, trata a las mujeres como amigas y no como objetos, haz que ellas sientan admiración por ti y te susurren ….. “Eres especial …. Ya no hay hombres como tú”.  Si no eres capaz de hacer nada de eso, entonces mereces consumirte como una vela.

Muchas veces veo imágenes de personas de cómo eran en sus tiempos juveniles y como son a los 40, 50 o más años; nada que ver. El tiempo los ha machacado; pero el tiempo no está reñido con la juventud si ésta no cae presa de los malos hábitos, del no cuidarse, del muchas cosas. Vivir no es sumar o consumir años sino alimentarse de la propia vida y mantenerla. Vivir es lo que haces y estar más vivos que nunca.

El tiempo es una cosa muy curiosa. Si preguntas a cualquier persona en la calle si sabe qué es el tiempo, seguramente te dirá que si. Pero entonces pídele que te lo explique y se sentirá perdido. La gente habla a menudo del tiempo con una connotación negativa, porque de una cierta manera se conecta a nuestra propia mortalidad.

“El Tiempo es el fuego en el cual nos quemamos” (Star Trek: Generations), “El Tiempo es un gran profesor, pero desafortunadamente mata a todos sus pupilos” (Héctor Berlioz). Generalmente creemos que el tiempo existe independiente de nosotros, pero … ¿quizás sea algo sólo medido por nuestras mentes y la percepción de los cuerpos? Tenemos relojes biológicos que funcionen en un horario del conjunto. Cualquier persona que ha volado a través de varias zonas de tiempo y experimentado retrasos sabe que esos relojes biológicos existen. Pero el tiempo suele variar con la cultura. Mientras que para unos no hay pasado, presente, ni futuro, para otros el tiempo es la base de la vida e incluso del futuro. Es posible que el tiempo no exista pero entonces ¿sólo es un artefacto de nuestra evolución biológica y cultural?

Para mí el tiempo existe, porque lo siento y lo veo reflejado en mi mismo, en mis cambios y a medida que me hago más viejo; lo veo en los demás, lo veo en la naturaleza, lo veo en todas partes, lo veo en el crecimiento de mis hijos y de cualquier cosa. No se si en el cosmos esa concepción del tiempo es idéntica o avanza según los parámetros humanos, probablemente se desarrolle de manera muy distinta; no lo sabemos porque el ser humano no conoce aun la verdadera esencia de la dinámica del Universo.


No podemos detener el tiempo, pero si podemos mantener nuestro corazón, nuestra mente y espíritu jóvenes. La vejez tiene sólidas ventajas: en primer lugar, la liberación de la obligación de trabajar, a la que debería sustituir la voluntad de estar ocupado; el fin de ilusiones vagas y frustrante; en segundo lugar, la expectativa de comenzar una nueva aventura vital. En ello consiste el arte de envejecer conservando el entusiasmo, sabiendo ser joven en lo que de mejor tiene el valor de la juventud, el vigor espiritual. Envejecer por tanto no es una enfermedad y tampoco un problema es solo una circunstancia natural de la vida misma y a la que básicamente necesitamos adaptarnos. Dependerá de una mejor o peor adaptación a esta etapa de la vida para que se nos considere viejos a los 30 años o por el contrario para que este envejecimiento se retrase considerablemente. Esta adaptación de la que hablamos debe ser tanto física como psíquica y se sustentará en mantener normas básicas como una alimentación balanceada y equilibrada, ejercicio físico adecuado al dinamismo de cada uno, oxigenarse lo más frecuentemente posible, compensar las obligaciones de la vida activa no se debe estar un día sin hacer nada y al otro día desarrollar actividad al tope, luchar contra el estrés mediante el relajamiento, mantener una ocupación que nos guste, mantenernos en armonía con nuestro ser profundo y con nuestra vida interior, actitud de, apertura ante el mundo exterior con interés por todo lo nuevo evitar rebelarse contra el envejecimiento pues debe asumir que es irreversible, etc, etc, etc.

No te duermas pues en el sillón falso de las comodidades, despierta de la acumulación de tus años, activa tus motores y arranca por la autopista de la vida, se tu propio Avatar y conquista tus metas y sueños, el elixir está en ti mismo, solo aprende a leer tu alma, abre tus neuronas y deja que fluyan por sus sinapsis en búsqueda de nuevos retos. Yo por ejemplo he sido padre de nuevo a los 55 años, el mes que viene hago 56, y eso me ha hecho detener aun más el tiempo, volver a realimentar con mayor ímpetu mis motores para poder avanzar junto mi hijo e hijos hacia sus sueños sin perder los mios, porque si yo soy feliz conmigo mismo y me mantengo motivado, mis hijos avanzarán conmigo y se alimentarán de mi positividad y sabiduría; saber vivir es saber asimilar y retransmitir. Vivir es eso abrazar el avance de la vida.

Dejemos que el otoño llegue a nuestra vida, después de todo, el tiempo no se mide por los años que tengamos de vida, sino por la felicidad que pudimos dar y recibir, porque cada día es una oportunidad para cada uno de nosotros, para amar sin reservas, tratando de iluminar la vida de quien nos ama, o haciendo mas ligero el sufrimientos de algún peregrino, perdido en el camino de la vida.

¿Qué importa los años que se nos vienen en las grietas de la piel y el decoloro de nuestro cabello, si hemos aprendido a amar sin egoísmos? 

Saludos. 

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